Esteban Rodolfo por Catalina Romero

Tebez le importa lo genuino, lo libre, lo sorpresivo, lo efímero, lo propio.
Los medios en los que se mueve son diversos, aunque relacionados: el dibujo, la pintura, la música, la performance, la escritura, la animación.
Seguramente aparezcan nuevos medios y técnicas en el futuro.
Mientras habla, enfatiza algunas aspectos, algunas palabras.
Dice que se aburre rápido y que necesita cambiar.
Por eso confía en sus ganas y estados de ánimo como guía para el trabajo.
Dentro de su trabajo, distingue entre lo verdadero y lo no verdadero, separa entre su trabajo por amor y su trabajo por dinero.
Cuando le pregunto por las características de lo verdadero para él, me explica que se define como “lo que sale de adentro cuando no se piensa”; habla de perder el control, de lo puro en relación con lo aniñado, de lo sorpresivo para uno mismo, de lo valiente, de lo nuevo, del hallazgo, del flow.
Para Tebez, la no intencionalidad es lo que hace a lo genuino, el no estar preocupado por un resultado durante el proceso de creación.
Así, se puede jugar únicamente por el placer de jugar. Se puede estar conectado y presente en un fluir continuo donde lo que quedó atrás y lo que está adelante no importan.
No hace distinción entre ejercicio libre y obra.
Su interés está en la construcción de un universo y para ese fin todo aporta, todo es manifestación de lo que hay adentro suyo.   

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