Palabras Prohibidas

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Palabras Prohibidas

 

MDA prohíbe el uso de ciertas palabras durante el desarrollo de las clases.. Son palabras que han perdido su significado de tanto uso y mal uso. Ya nadie sabe lo que significan y presuponen un entendimiento compartido que no es tal. El hecho de no utilizarlas nos obliga a encontrar otras, más precisas, quizá menos despampanantes, peroque estarán cerca de la letra que nuestra música necesita.  Hay términos que cierran el diálogo, otros lo permiten y lo fomentan.

 

fondo y figura

No se habla por ejemplo de esta dupla tradicional. Es un concepto muy limitado en lo que respecta a la comprensión de la obra y su espacialidad. Desde el principio de las vanguardias se firman manifiestos donde el procedimiento de construcción de obra aparece como un recurso indispensable y ocupa gran parte de los discursos. No hay un fondo para una figura, ni una figura única para un determinado fondo. Esta dupla se transforma en peligrosa y problemática por su condición pregnante y su influencia coercitiva en la obra y en la mirada. Se evita la comprensión dual de los fenómenos. La propuesta es mirar fondo y figura de manera alterna y simultánea. La figura no se diferencia del fondo, es fondo y figura al mismo tiempo. Lo que es fondo de algo es figura de algo.El fondo entra en la figura, que a la vez se diluye en el fondo atravesada por manchas y líneas muy intencionadas. Basta con recordar el Guernica, imagen rota de la Guerra Civil Española rebosante de ideología, mutada a cliché igual que la hoz y el martillo o el Che Guevara.En oposición, la Mona Lisa. Ahí sí hay una figura enorme que se recorta del fondo que tiene atrás, una ventana que contiene un paisaje incrustado. Un recurso renacentista.

 

Con la ruptura de esa dualidad aparecen espacios sin fin, donde incluso tenemos ejemplos deliberados en el cubismo y el futurismo. Esto que resulta tan anacrónico sigue generando viejos malentendidos en la época de la multidimensionalidad, el 3D y el espacio infinito. Quizá sea Matisse quien mejor resolvió este dilema con un brillo que lo sigue distinguiendo hasta hoy al burlar las leyes clásicas del color y utilizar líneas y planos entrelazados para tratar la relación fondo y figura, repitiendo el mismo color “atrás” y “adelante”. En Matisse ni el azul aleja ni el amarillo acerca.

 

Al comprender, entonces, que cada fondo es figura de otro fondo, se expande la visión del espacio. Nuestros ojos miran con movimientos imparables y pequeños. Gracias a los avances de las neurociencias, hay máquinas que hacen un seguimiento del recorrido del ojo (eye tracking) y de la construcción de las imágenes en el cerebro que han dado prueba de lo lejos que estamos de esta captación dual. Matisse ya se ocupó hermosamente de este punto tratando a las personas, frutas, muebles y paredes del mismo modo, sin privilegiar a unos sobre otros. Eso fue a principios del siglo XX. Cézanne ya lo había hecho.

 


 

me gusta

El gusto de cualquier clase es un derecho universal, junto con el entumecimiento del gusto y el abstenerse de las demandas de calidad o de las pautas estéticasimperantes.La pieza es leída por su público a través de un código de tradición cultural. Nada ni nadie existe fuera de su época. Nada ni nadie sobrevive fuera de su contexto. Al decir “me gusta”, hablamos de nosotros mismos y no de la obra que estamos mirando. Por eso esta afirmación no aporta nada a la comprensión del artista que está exponiendo y tampoco a su obra.

 

 


 


 

lúdico

Se asocia al término con lo divertido, lo espontáneo. Pero los juegos son cosa seria. Llevan reglas claras y estrictas. Bajo la suposición de que cualquier cosa divertida, o de que pasarla bien haciendo una obra es una experiencia lúdica, se lo sigue utilizando muy mal.

 

Toda obra comparte calidades y estrategias con el juego, pero sobre todo leyes. El juego no es broma. Basta con observar la formalidad y el compromiso de los niños cuando organizan sus juegos de acuerdo a reglas muy precisas. También hay juegos destructivos, deshumanizantes. Hay quienes juegan con una pistola a la ruleta rusa, destrozan con furor el patrimonio público o torturan animales y lo consideran una actividad recreativa. Es entonces cuando el adjetivo “lúdico” pierde su connotación positiva, su levedad graciosa.

 

En verdad es una palabra hiperseria, casi de doble filo, como para estar usándola sin fundamento o parar referir vanamente lo “divertido” que es hacer arte.

Michel de Certeau explica muy bien este fenómeno en La invención de lo cotidiano[1] cuando habla del juego de cartas entre adultos. Ahí describe el fervor, la intensidad del involucramiento en cada jugada, la aparente falta de conciencia en el momento de jugar, cuando arrastrados por el entusiasmo, por ese estado del alma, los jugadores actúan como si fueran otros o movidos por alguna fuerza externa. Y luego, al día siguiente, hay ganador, hay perdedor y las jugadas pueden reconstruirse claramente. Incluso comentarse y criticarse.

 

Toda obra tiene un componente lúdico, no hace falta nombrarlo. Es redundante y elimina la posibilidad de investigar en las calidades que sí aportan al crecimiento de la obra y del artista.

 

 equilibrio

Cuando se dice que una obra está en equilibrio, la observación vale sólo si alude a una escultura o edificio que por su condición física podría caerse. De un cuadro no se cae nada, aunque la expresión sea metafórica. El verdadero acto de equilibrio se encuentra entre el valor simbólico y el valor de mercado. Se utiliza el término como si fuera sinónimo de estático, cuando sabemos que son sólo unos segundos en los que todo se nivela. Son sólo momentos de las cosas. No es sinónimo de corrección. No es señal de sabiduría ni de perfección. No garantiza nada. Estamos destinados a mantener un equilibrio sumamente inestable.

 

representación

Término muchas veces utilizado como sinónimo de figurativo. La discusión de abstracto y figurativo es decadente en sí, ya que todo lo que sucede en la obra es abstracto: basta recordar el cuadro de Magritte Esto no es una pipa.

 

Hay millones de formas de definir representación según las épocas, autores, filósofos y artistas de la historia que se han ocupado de eso. Hoy se utiliza esa palabra sin saber de qué se está hablando y por eso confunde.

 

La posibilidad de traducir un lenguaje a otro produce poesía sin excepción.  MDA propone pensar en los modos de la traducibilidad sin exigir un modelo de ficción representativa. Estudia las analogías entre formas del lenguaje.

 

expresión

Palabra muy importante en la recepción masiva del arte contemporáneo. Es la idea más difundida como lugar común.

El término viene del latín y quiere decir algo así como “hacer salir” o “estrujar”, y da por sentado que el arte sale de adentro de alguien. Implica la idea de un núcleo íntimo, interno, de un sujeto con carozo que luego se despliega al mundo. Supone una topología de la profundidad, ya contradicha por Moebius.

 

También se unen expresión y yo. El yo aparece como lo recóndito, auténtico, verdadero, intransferible, singular que a través de la expresión notifica de su existencia a los congéneres.

 

prolijo/desprolijo


Aquí hay cierta reminiscencia escolar: escribir sobre el renglón, no manchar el papel, poner ojalillos, el delantal planchado.  Ser correcto. Si se es prolijo está todo bien, ahora, en relacióncon qué se habla, nadie tiene idea.¿Se habla de la hoja limpia, del dibujo enmarcado?  Políticamente correcto, nada más lejos del buen artista. Hacer lo que se espera de uno, hacer lo que se supone que corresponde. Ahora bien, respecto de qué criterio esta moralidad se estipula, no hay respuesta.

 

Después del trash, el junky, el punk y las chorreaduras históricas, todavía hay personas que tienen una idea de la prolijidad para aplicar a la obra que sigue las premisas de la escuela primaria o de la familia conservadora. Hay una asociación más interesante en este afán de prolijidad, lo que se llama el buen acabado. Si bien éste es un resabio del diseño industrial (y no dudo de las filiaciones que el arte contemporáneo tenga con esta rama del diseño, en realidad con todo diseño), el buen acabado despierta reminiscencias sexuales, aquí el caso se torna más picante.

 

Saber cuándo una obra está terminada es señal de madurez, muchos proto-artistas no lo saben, suelen arruinar la obra, sobrecargarla, arruinar por exceso. Tratando de mejorar, empeoran.Si terminaste, lo sabés, si tenés dudas tal vez tengas que descansar hasta que aparezca la certeza, o tal vez sea necesario seguir trabajando.

 

estética


El término supone  un régimen de pensamiento,  una manera de encarar relaciones dentro del arte.  Es una configuración, una política que no responde a ningún orden predeterminado. Se usa para decir “lindo”, “elegante”, “limpio” cuando podría significar “feo” y “arruinado”.

 

Al hablar de arte, cualquier discurso puede ser catalogado como estético. Todo puede convertirse en una experiencia estética.. “No hay luna más sublime que la luna misma, ni nada más bello que la puesta de sol”. Ahí, “estético”, “sublime”, “bello”, puede ser también “vulgar” o “desagradable”, pero siempre referido a cierta sensibilidad que se despierta en el espectador. Nada más lejano de la poesía. Nada que interese a quien produce arte. Se sabe de Warburg que conservó toda su vida una honesta repugnancia por la historia del arte estetizante.

 

 

 talento

Es un concepto asociado al éxito. No sirve como guía ni garantiza nada.El talento se inculca, no es innato, lo único innato son los tejidos y un cerebro capaz de aprender. Puede haber alguien talentoso, que llegó a serlo después de años  de trabajo. Se habla de talento cuando ya existe.Usamos alrededor del 10% de nuestras capacidades.

 

En la Antigüedad, eltalento era un valor económico, pero más que una unidad monetaria, era una medida depeso. Un talento de plata equivalía, en el siglo I, a 23,16 kg de ese metal, y correspondía aproximadamente al importe de 16 años de trabajo de un jornalero. Este valor económico, asociado a la riqueza, pasó a un nivel simbólico a través de la parábola de los talentos, incluida en dos de los Evangelios del Nuevo Testamento: Mateo 25:14–30 y Lucas19:11–27.

 

inspiración


Existe. Aparece después de romperse bien el lomo. Un artista en ciernes puede tener las más maravillosas visiones, sentimientos,insights, sin embargo nada de  esto garantiza la presencia del arte.Se construye a partir de la práctica, el entrenamiento, la búsqueda y el experimento. En palabras de Queneau, la inspiración que consiste en obedecer ciegamente a todo impulso es en realidad una esclavitud. El clásico que escribe una tragedia observando cierto número de reglas que él conoce es más libre que el poeta que escribe lo que le pasa por la cabeza y que es esclavo de otras reglas que ignora”.

 

composición

Las leyes de composición están caducas. Los modos de componer acuñados históricamente ya no califican al arte contemporáneo. Ya no tenemos línea de tierra, ni horizonte ni punto de fuga. Utilizar el espacio como una carta es un vicio, aun cuando llegará un tiempo en que nadie tendrá la experiencia de escribir una carta. Los obsesionados con el punto de fuga, los colores complementarios, la línea del horizonte o la utilización del espacio pictórico como si fuera escritura quedaron entrampados en su anacronismo.

 

Toda superficie es un posible soporte, portador de la naturaleza del arte. Elijo los términos “combo” y “buen vecino” para hablar de los objetos que se encuentran uno al lado del otro, juntos ya sea por razones prácticas, poéticas y familiares. Ahí donde un objeto se tensiona con la sola presencia de otro y donde las personalidades de cada uno se tiñen es donde aparece un nuevo orden de conocimiento.

 

Vivimos en una época de polución visual y ésta en consecuencia empapa al arte contemporáneo. De todo se hizo un logo. Es nuestra tarea como artistas encontrar la imagen necesaria y su materialidad. Los vicios son una cinta sin fin, nos dejan patinando sobre el mismo carril. Avanzamos copiándonos a nosotros mismos de modo literal.

 

Hablar de la composición indica una vez más que hay un consenso sobre lo bien o mal compuesto, que el punto rojo va a coincidir con un punto áureo, o que al lado del azul va necesariamente un naranja. Esas son falsas verdades compositivas que se arrastran.

 

 


 

Warburg ordenaba sus libros“no según los criterios alfabéticos o aritméticos en uso para las grandes bibliotecas, sino según sus intereses y su sistema de pensamiento, hasta el punto de cambiar el orden ante cada variación de sus métodos de investigación. La ley que lo guiaba era la del “buen vecino”, según la cual la solución del problema no estaba contenida en el libro que se buscaba, sino en el que estaba al lado.”[2]

 

 

 perdón

Está completamente prohibido disculparse antes durante y después de una presentación.

 

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