CLINICA DIANA GRIECO por FLOR ALVAREZ GUARDO
Texto de Clinica por Florencia Alvarez Guardo:
Salimos a caminar. Estábamos cerca de un río, no lo vimos, pero
éramos conscientes de ese susurro. Había luna, después no había luna,
después si había luna. Vos ibas a paso un poco más ligero y dudé si estabas
corriendo-flotando. Miro el cielo inmenso negro profundo. Se levanta un viento
cálido, la vegetación toda explota desaforada. Vos desapareces, te llamo y te
busco, por suerte no desespero. Tus ojos enormes aparecen en el cielo que
ahora es una burbuja negra y me envuelve, solo tus ojos. Tu cuerpo es ese
agujero negro. Te digo “hola!”, me decís “kari si kha- kha naio mina taku kena.
Ka ka ia ma i o”. No entiendo, pero sé que entiendo…Me agarras fuerte del
pecho, tu mano liviana mitad mano mitad no se… me decís “vení”. Me
arraigaste muy desde adentro, no sabía si eras vos entrando o yo saliendo. No
me importó. El dolor se fue. Nos zambullimos en un charco negro enorme.
Caíamos.
Confío, me siento muy bien.
Estamos en el fondo del océano, creo. Vos no estas, pero sé que estas.
Tal vez sos toda esta masa de agua. Tal vez yo también. No hay bordes en
verdad. Nou definiciones baby. Otra cosa, puedo abrir los ojos y ver en la
oscuridad. El agua es salada pero no me lastima. Aparecen flores amarillas,
pelos y perlas, colas de gatitos, cartas escritas a mano, rayos de sol aunque sé
que es de noche. Primero pienso que todo eso se desprende de mi
espalda…pero no sé si tengo espalda. No, no! … estas cosas hermosas que
llegaron hasta acá son rezos, intenciones, palabras de amor. Pienso entonces,
que esta gran masa de agua que me abraza está llena de poesía, bien
cargadita.
De repente estamos en tierra. Estamos acá, bueno ahora es este acá.
Somos muchas, muchos, muches. Sabemos del poder del baile. Hablamos
mentalmente. Todos nuestros cuerpos ahora son cielo y el cielo nuestros
cuerpos, como la opción “negativo” del Photoshop. Nunca había sido cielo, está
bueno che. Vamos atardeciendo, nos trasformamos en esos colores increíbles
naranjas y fucsias. Volvemos a negro. En ese momento, siendo negro, pienso
una palabra: gracias. Gracias Dianita por tus pinturas.
Lo último: ¿cuál es la pregunta que no me animo a hacer? Veo un
laberinto y repito “kari si kha- kha naio mina taku kena, ka ka ia ma i o.”
Con todo mi amor, Flor.
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