CLINICA FLORENCIA ALVAREZ GUARDO POR PAULA MENGA
Pero no; ya no estamos.
Fue un temblor, un relámpago, un suspiro,
el tiempo del milagro y la caída.
Se destempló el azogue, se agitaron las aguas y te arrastró el oleaje
más allá de la última frontera, hasta detrás del vidrio.
Imposible pasar.
Aquí, frente al espejo, yo, la inevitable:
una imagen en sombras y toda la soledad multiplicada.
Me veo obligada ya a admitir que la ansiedad es mi estado genuino,
ocasionalmente interrumpido por el trabajo, el placer, la melancolía o la desesperación.
frota tus manos.
ponelas como un cuenquito
y hace un un antifaz casero
no entre nada de luz.
Atravesá la
lluvia de corazones
entre sueños y las ramas de un árbol.
siempre quise ser feliz.
Cuando mis ojos se acostumbraron al negro, pude ver colores.
alquimia.
después de la flor, el fruto.
la historia desde antes de la historia.
desprenderse y caer
hojitas de laurel en el mate.
la mejor silla es para vos
me pregunto, me contesto y me río
el viento se cuela por los rincones.
respiro.
octubre de 2021
con mucho amor
paula menga
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