Sebastian Tedesco por Dolores Martin


Pero padre, ¿no te parece inmóvil la tierra? No hijo mío, es precisamente lo único que es a la vez multimóvil y estable; porque, supuesto que es imposible que un procreador procree sin movimiento, ¿no sería ridículo pensar que permanece inmóvil precisamente la que es el alimento de todos los seres y la procreadora y generadora de todas las cosas? (CH XII, 17).

Me acerco a la obra y lo primero que él me cuenta es del cambio. Lo que estoy viendo no es sino lo anterior, unas pinturas de gran tamaño, que van de lo más figurativo hasta imágenes esotéricas que me recuerdan al tarot. 

Subimos por las escaleras hacia el taller. Al ver su nueva producción comprendo lo que Sebastián decía. Veo hojas que fueron purísimamente blancas, con clavos ordenados por fuerzas invisibles, pintura,y óxido que revela que el elemento agua estuvo allí. 

Hablamos del proceso, él lo relaciona directamente al revelado fotográfico, habla de las formas que se revelan. El determinismo y el azar forman parte de este proceso. No hay manera de anticipar el resultado exacto pero si es posible garantizar el movimiento. El movimiento que por atracción revela también el placer.

El resultado es, desde lo profundo, el negativo de la figura. Lo que se nos mete dentro, que pincha, produce dolor y molesta.
Sebastián trabaja y a su lado, sobre un caballete tiene una de sus pinturas, una en la que más se puede observar su interés por la alquimia y la teurgia. Esta pintura quedó en el proceso, tal vez dando cuenta del cambio no caprichoso, pero como paso intermedio entre su obra anterior y la actual.

“Lo único, lo único seguro en este mundo, en la física, como en la filosofía, en la espiritualidad y en la misma masonería: es el cambio. Pero no el cambio en el sentido ordinario de la palabra, cambiar por cambiar, creo que es lo mismo que no cambiar pues no hay una razón más allá del movimiento. El cambio ordinario es irracional, es igual a algo fundamentalmente errático o azaroso y supone un estado aún mas desordenado o “entrópico” que el que podríamos conseguir bajo el principio de incertidumbre de Heisenberg, si se piensa bien, en una variable binaria, un valor no es exacto, pero el otro puede conocerse, eso nos dice, que el principio de incertidumbre desde el razonamiento filosófico no es un caos total, una incertidumbre total, solo “una” incertidumbre.”

Sobre cambios en el interior y en la dirección de la masonería regular.
Por Milton Arrieta López. PVM


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