CLINICA DANA ALESSI X DANIEL CAO


A veces, en las noches de luna llena, todo se transforma. 

La vegetación silvestre, lavada por la tormenta, viste las angostas quebradas al pie de las paredes verticales de piedra. El corazón de un pájaro ciego late envuelto en su velo plateado. 


Otra noches, en un zoom infinito, todo deja de ser inmenso y revela su desnudez de piedra. Una bailarina recorre el horizonte, se detiene y con un susurro que se superpone al eco de sus pasos invita a seguirla. Camina sobre huesos, pirámides y rituales. Cenizas de mundos anteriores.


En el interior de las cuevas, el color negro, el rojo y el ocre cuentan escenas de cacería:

Rugidos de furia perdidos en las heridas de la montaña y que hoy se presienten, desnudos, desde la eternidad de la piedra.


Dana abre su corazón imprimiendo recuerdos de aquellos sonidos y también del silencio más profundo. Rescata, atravesando múltiples capas de tiempo, la luz del primer fuego.

Libera al vértigo protector de las cumbres que nos electriza. 


Como el asombro de quien pasa la primera noche solo en la tierra.

Como cuando lo más simple ocurre y se revela, infinito.

Como los cristales brillando bajo el agua del río.

Como el fuego. Como el rayo que ilumina a la serpiente

Como cuando el lobo muerde las raíces del árbol más alto del bosque.

 

El tiempo brilla y se escurre como el glitter bajo el agua.

En la oscura mancha de ese bosque todo está sucediendo. 

Como aquella tarde cuando jugando a ser fantasmas 

nos besamos bajo las sábanas.

Brillando, transfigurados, los labios húmedos


Dani Cao









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