CLINICA PABLO SCHEIBENGRAF por ALVARO

 *La llave es el color*

 

La amplitud termica serrana hace dificil el invierno,

no basta con un buen abrigo y algunas leñas.

Hay que sobrevivir el clima,

saber contemplar tu sombra y sentirte abrazado por ella.

La exigencia fisica pone mas rustico al pintor, hay nuevas tareas que atender

El fuego no se alimenta a si mismo, ni el pincel hara su danza,

es necesario activar, poner el cuerpo, la mente y el alma (esto ultimo es lo que intuyo busca Pablo en sus pinturas)

 

Como ser amigo de mi sombra sin que esta me atormente con sus comentarios?

 

Pablo nos muestra que hay una parte del infinito en cada movimiento y pensamiento. El pulso al que el espacio-tiempo reacciona y se transforma. A través de estas pinturas podemos seguir y adelantarnos a ese hilo que nos lleva una y otra vez a un pacifico caos. Somos el pescador artesano, la mosca, y el pez. Somos casualidad en complicidad con la busqueda, el cambio alquímico que transforma el pez en pescado, el pescado en comida y la comida en energía.

 

Un retrato a la sensación del instante que miras el cielo por primera vez en el dia.

 

La invitacion es a sumerjirce en el color, a pensar mas alla del objeto o sujeto, evitar las especulaciones, sentir en con el cuerpo. Reavivar inteligencias pasadas, subirle el volumen al espiritu. Ir mas alla de lo inteligible. Comprender que hasta el color, con su nombre y meterialidad, sobra en la liviandad del universo.

 

Como un chef que nos sumerge en la doble acción del disfrute y la supervivencia. Pablo nos propone ver mas alla de hecho pictórico, del disfrute visual, y percibir a las vibraciones constantes e infinitas del cosmos.