CLINICA DE EDICION TOBIAS MAO

 

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Se podría decir que en cierta medida, Fabián sabía que lo hacia por el dinero. En cierta medida es bien distinto a decir que lo sabía con certeza. ¿Hubiera sido posible que una claridad absoluta le haya permitido ver a través de todos sus pensamientos y luego de capas y capas llegar a un centro donde residiera el dinero? Y en todo caso, que esté el dinero en el centro de ese espiral de pensamientos que lo llevo a la acción, ¿implica que las capas que lo recubren carezcan de importancia?

Porque por dinero podría haber hecho una infinidad de posibles. Hacer pan, ser panelista de un programa de televisión, comercializar flores, pasear perros, revender repuestos de motos por mercadolibre y una larguísima lista de etcéteras que cambia y se extiende desafiando la imaginación minuto a minuto.

Pero Fabián hizo lo que hizo y no otra cosa. Por esa simple razón no habría que restarle, o mejor dicho, omitir el peso modulador de las capas. Que vaya a saber uno desde cuando sedimentan sobre el dinero. Capas que hacen que cada quien cobre de acuerdo a sus propias obsesiones.

Todo este esquema geométrico de ideas si es que decidimos creerle a Fabián, cuando dijo en un tono muy tranquilo y sin perturbación luego de un ruido de mate final “lo hago solamente por el dinero“.

Todo este esquema geométrico de ideas, también, se puede dar vuelta como una media, si se piensa al dinero como el compendio de todas las cosas. Es decir, que el dinero por no ser nada pueda serlo todo. En ese caso, quizás al Fabián decir que lo hizo por el dinero, equivale a decir que lo hizo porque no tenia la mas precaria idea de lo que quería hacer con lo que hizo. Que lo hizo por algo que no sabe lo que es, pero un algo del cual el dinero podrá tomar eventualmente su forma.

Tobias Mao