Clínica Dalila Weil
En
el libro sagrado del judaísmo no se escriben las vocales. Casa se escribe CS.
Las palabras dependen de su contexto, aparecen según qué otras palabras la
rodean. El libro no se lee, se interpreta.
Según
una antigua corriente de pensamiento, el mito del génesis se interpreta de una
manera distinta a la contada normalmente.
Dios,
en su acto creativo, rompe la Unidad y se divide del Todo, lo fragmenta. En
esta creación, genera vida y la ubica en el paraíso. Si los habitantes viven
según sus reglas y le rinden culto están seguros. Si no las respetan los
destierra de esa perfección. Busca controlar a su creación y no dejarla libre. Se
parece más a un macho cabrío que a un Dios. La serpiente, en esta versión, es
la enviada del Todo, la que busca romper la ilusión y salvar así a la creación.
En esta lectura no hay lugar para el pecado original y la culpa.
Siguiendo
la lectura del viejo testamento, cuentan que Dalila fue una prostituta que
traicionó a alguien que la amo. Usó el amor de Sansón para conocer su debilidad
y así quitarle el poder facilitando la victoria de los Filisteos.
Ella
aparece en una página de la Biblia y no se la vuelve a nombrar.
Dalila
Weil debe su nombre a este mito.
¨Querido
sansón:
Hace
veintisiete años que me preguntan por vos y yo no se que responder.¨
En
su obra actual, Dalila busca el lado humano de un personaje bíblico. Necesita
reinterpretar la historia de su propia nombre. Quizá en el mito ella quería
protegerlo a él del poder. En su enamoramiento ella solamente luchaba por lo
más preciado. Mantener la vida, quitar toda carga innecesaria.
Reinterpretación
como liberación.
Dalila
destruye su nombre.
Ve
la ruina y junta los pedazos de azulejos que quedaron como escombros. Nos dice
que desde tu ruina podes hacer algo sagrado. A esos azulejos los recubre de
cobre y bronce, los vuelve joyas. Pequeñas reliquias de un proceso. Amuletos de
la unión.
Dalila
construye su casa.
Elige
qué consonantes usar de columnas. Delinea su espacio. Teje con pelo los bordes
de un nuevo lugar personal y universal. En ese espacio la mujer tiene una
identidad desprejuiciada. Se mueve sin obstáculos y el amor es su guía. Deja
aire para que las plantas crezcan y la vida se reproduzca.
Dalila
toma un mito, lo encarna, lo modifica y lo devuelve al mundo, libre y
alivianado.
Así,
su identidad se vuelve colectiva y reivindica a la puta, desnuda su aureola y la
destapa santa.
Texto Andrés S Alvez
Octubre 2015
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